Javier Aguirre, en su retorno como técnico de la Selección Mexicana por tercera vez, expresó lo difícil que fue tomar la decisión de aceptar el cargo, especialmente tras el despido de Jaime Lozano. Aguirre, aun apoyando incondicionalmente a Lozano hasta el Mundial, admitió que los resultados dictan las decisiones en este deporte. “Sucede que los resultados mandan y toman decisiones. Deciden prescindir de Jaime y me llaman a mí”, comentó Aguirre en una entrevista.
Aguirre subrayó la imposibilidad de rechazar una oportunidad así, enfatizando su identidad mexicana y la ocasión que representa el Mundial 2026. “Es difícil decirle que no a la Selección Mexicana… es una oportunidad fantástica de volver a mi país después de estar tanto tiempo fuera y hacerlo en un Mundial”, expresó el entrenador, quien fue anunciado junto a Rafael Márquez como su asistente.
El técnico, conocido por sus anteriores fracasos en los Mundiales de 2002 y 2010, se mostró reflexivo sobre sus errores. Admitió que cometió equivocaciones tácticas, especialmente en el partido contra Estados Unidos en 2002 y su desafiante actitud en la rueda de prensa antes del partido contra Argentina en 2010. “Mi error fue no tener un plan B… siempre tengo el plan A, B y C desde entonces,” reconoció Aguirre. También recordó la conferencia de prensa con una gorra y contestaciones monosilábicas antes del partido contra Argentina, algo que marcó negativamente su imagen.
La presentación oficial de Javier Aguirre como nuevo timonel de la Selección Mexicana está programada para el próximo jueves, donde Rafael Márquez también será introducido formalmente como su asistente.
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