El regreso de los Commanders a RFK
El 28 de abril, el dueño de los Washington Commanders, Josh Harris, anunció un acuerdo histórico para regresar al legendario sitio del RFK Stadium en Washington D.C. junto a la alcaldesa Muriel Bowser y el comisionado de la NFL, Roger Goodell. La movida busca revitalizar el legado glorioso del equipo en ese lugar, donde ganaron cinco títulos de conferencia y tres Super Bowls. Harris, quien creció asistiendo a los juegos en RFK, expresó su emoción por revivir esos momentos para la ciudad.
La D.C. Council aprobó el plan para construir un nuevo estadio de 65,000 asientos en el sitio de RFK, un paso clave en la transformación del equipo bajo la dirección de Harris tras adquirirlo por 6.05 mil millones de dólares. Aunque la votación final está pendiente para el 17 de septiembre, fuentes aseguran que es un mero trámite tras la primera votación favorable. La nueva instalación abrirá en 2030, procurando traer de vuelta el entusiasmo por el equipo entre los aficionados.
Cambios políticos en el Congreso de EE. UU. facilitaron las negociaciones del terreno donde se ubicará el estadio. La relación positiva entre líderes clave como Bowser y el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara, James Comer, fue crucial. Comer y Bowser trabajaron juntos para recuperar el uso del terreno federal, lo que fue un desafío debido a ciertas objeciones y un presunto malentendido amplificado en redes sociales.
Finalmente, el 1 de agosto, el D.C. Council aprobó la construcción del estadio por 9-3 votos, asegurando que los Commanders regresen a su icónico hogar. La medida también prevé un desarrollo integral con viviendas y complejos deportivos en el área. La alcaldesa Bowser y el equipo ven esto como una oportunidad para renovar la conexión del equipo con sus raíces históricas, en un esfuerzo por revivir los días de gloria en el mismo lugar donde se forjaron.
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