Hace un año, Rubén Amorim asumió el mando del Manchester United tras dejar el Sporting CP a mitad de temporada. Aunque fue durante un frío parón internacional en noviembre, Amorim y su equipo aprovecharon para enseñar a los jugadores presentes su nuevo sistema, diferente al de su predecesor Erik ten Hag. Jonny Evans recuerda cómo Amorim fue claro desde el inicio sobre su estilo de juego, adaptando el sistema de un 4-3-3 a un 3-4-3, lo que supuso un desafío para algunos futbolistas.
En su primer partido contra Ipswich Town, que terminó en un empate 1-1, Amorim comenzó a ver los problemas del equipo, como la pérdida frecuente de balón y la falta de preparación física. A pesar de solo haber tenido dos sesiones de entrenamiento, Amorim destacó la dificultad de implementar cambios tan drásticos en tan poco tiempo. Aun así, hizo hincapié en que el sufrimiento inicial era necesario para mejorar a largo plazo.
Doce meses después, el esfuerzo de Amorim muestra resultados, aunque el pasado año el equipo terminó en la posición 15 en la Premier League. Sin embargo, con nuevas incorporaciones como Bryan Mbeumo y Matheus Cunha, el equipo se ha desarrollado y el sistema es ahora más fluido. Amorim cree que los cambios anticipados en verano han permitido un nuevo comienzo, enfatizado durante la gira de pretemporada en Estados Unidos.
Amorim también ha trabajado en la cohesión del equipo, organizando actividades grupales y evitando conversaciones individuales. Aunque el año pasado hubo críticas duras, ahora el ambiente es positivo. Con una racha de cinco partidos sin perder, Amorim afirma que los retos han valido la pena y está optimista de cara al partido contra Everton, esperando un equipo más controlado, dominante y competitivo.
Source link



