Los Golden State Warriors continúan sufriendo pese a las impresionantes actuaciones de Stephen Curry, quien ha anotado 87 puntos en dos partidos tras regresar de una lesión, pero su equipo ha perdido ambos encuentros, cayendo a un récord de 13-14. “No estoy haciendo bien mi trabajo este año”, admitió el entrenador Steve Kerr después de que Curry encestara 12 triples y anotara 48 puntos en la derrota 136-131 contra los Portland Trail Blazers.
Kerr ha identificado las pérdidas de balón como el principal problema. Los Warriors pierden el balón en promedio 16 veces por partido, siendo el sexto equipo con más pérdidas en la NBA. Se encuentran con un récord de 4-11 cuando cometen más pérdidas que su oponente. En el último partido, tuvieron 18 pérdidas, incluyendo ocho de Draymond Green. Estas pérdidas han resultado en una ofensiva ineficiente, con una calificación de 113.4, clasificada en el puesto 20 de 30 equipos.
Sin embargo, cuando Curry está en la cancha, los Warriors anotan a un ritmo de 118.4 puntos, lo cual sería el sexto mejor. Esto contrasta con los momentos sin él, donde registran solo 107.1 puntos, más bajo que la peor ofensiva de la liga. Kerr mencionó que el equipo estaba mejor posicionado para activar la ofensiva el año pasado. Jimmy Butler, refiriéndose a las estrategias sin Curry, dijo: “El juego cambia completamente y seguir con el mismo enfoque no funciona”.
Las lesiones y los cambios constantes en la alineación han complicado la situación. Kerr ha iniciado 15 alineaciones distintas en 27 partidos. Jonathan Kuminga, visto como un valioso activo comercial, no ha jugado en los últimos tres juegos, mientras que el novato Will Richard también está fuera de rotación. Lesiones de jugadores clave como Al Horford y De’Anthony Melton han añadido más desafíos. Curry espera que el equipo logre una estabilidad en las rotaciones para mejorar su desempeño.
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