Durante décadas, los autos eran un recurso secreto utilizado para reclutar jugadores de fútbol americano universitario. Sin embargo, con el surgimiento de los acuerdos de nombre, imagen y semejanza (NIL), estos tratos ahora son legales y transparentes. Christopher Late, un reconocido concesionario de autos de Texas y fanático de los Longhorns, ha aprovechado esta oportunidad para beneficiar al equipo. Tras un mal resultado en 2021, Late ayudó a traer al jugador Quinn Ewers ofreciéndole su auto soñado, un Corvette negro.
La relación histórica entre concesionarios de autos y fútbol universitario no es nueva. Anteriormente, algunos tratos eran clandestinos, como en el caso del famoso Trans Am dorado de Eric Dickerson. Hoy en día, los jugadores muestran orgullosamente sus autos nuevos en redes sociales, convirtiéndose en una evolución natural entre el deporte y el comercio. Según el profesor John Heitmann, “somos lo que conducimos”, y los autos representan un símbolo de estatus para los atletas.
En Texas, los concesionarios de autos desempeñan un papel central en el respaldo del fútbol universitario, ofreciendo autos a los jugadores y promocionando su marca. Christopher Late ha firmado a varios jugadores de Texas en acuerdos de NIL, convirtiendo este enfoque en una estrategia beneficiosa tanto para su negocio como para el equipo universitario. Late destaca que su motivación principal es apoyar a la universidad, pero también ha visto beneficios comerciales con el tiempo.
A pesar de las preocupaciones sobre la seguridad de los jóvenes conduciendo autos potentes, Late y otros concesionarios seleccionan cuidadosamente a los jugadores con los que trabajan. Como resultado, el vínculo entre los concesionarios y los programas deportivos sigue creciendo, reflejando una tradición de décadas en Texas, donde los autos y el fútbol van de la mano para fomentar el éxito de las instituciones.
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