En la era de las apuestas deportivas digitales, los atletas como Max Homa enfrentan nuevos desafíos no solo en el campo, sino también en las redes sociales. Antes del John Deere Classic de julio, Homa habló sobre el impacto negativo de estos medios, mencionando cómo la gente se siente cómoda escribiendo comentarios crueles bajo el anonimato. Aunque disfruta conectar con personas en persona, ha reducido su presencia en línea debido a las amenazas y mensajes negativos que ha recibido, incluso de apostadores molestos.
Durante el torneo, Homa logró su mejor posición de la temporada, quedando quinto. A pesar de esto, recibió un mensaje ofensivo de un usuario llamado “zane_layer3” en Instagram, criticándolo por afectar una apuesta. Otro aficionado en Venmo le pidió $1,900, describiéndolo como “porque no puedes patear bajo presión”. Este tipo de interacciones no es nuevo para Homa, quien ha recibido múltiples solicitudes de dinero por parte de fanáticos frustrados con sus resultados.
Otros deportistas también han tomado medidas, como Scottie Scheffler que eliminó Venmo por la cantidad de solicitudes de dinero que recibía, y Brady Tkachuk, quien tuvo que cambiar su nombre en la plataforma. Venmo, diseñado para facilitar pagos entre amigos, lamentablemente permite que los usuarios encuentren y acosen a figuras públicas. La empresa afirma que prohíbe el comportamiento de acoso, pero no ha especificado la frecuencia de estas acciones.
El aumento del acoso coincide con la popularización de las apuestas, especialmente tras la decisión de la Corte Suprema de EE.UU. en 2018, que legalizó el juego deportivo. Aunque esto ha proporcionado beneficios económicos, también ha incrementado el hostigamiento hacia los atletas. Muchos apostadores sienten que tienen un derecho personal sobre los resultados, lo que lleva a situaciones incómodas para los jugadores, quienes no esperaban enfrentarse a estas presiones adicionales fuera del campo.
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