Simone Biles, a pesar de afrontar una lesión en la pierna izquierda, lidera a Estados Unidos en las clasificatorias olímpicas en París. En un escenario que recordaba a Tokio 2021, donde Biles se retiró de varias finales para cuidar su salud mental, esta vez la gimnasta estadounidense de 27 años no enfrenta un bloqueo mental, sino una molestia común en los gimnastas de alto rendimiento. Tras desaparecer brevemente con la doctora del equipo Marcia Faustin, Biles regresó con la pierna fuertemente vendada pero determinada a competir.
A diferencia de Tokio, Biles volvió al suelo de competición y no a la banca. A pesar de su cojera, logró la mejor puntuación en la clasificación general con 59.566, superando a la campeona olímpica vigente y compañera de equipo, Sunisa Lee. La entrenadora Cecile Landi minimizó la lesión, describiéndola como un problema menor surgido hace unas semanas, y motivó a Biles a continuar. “Le recordamos que es capaz de hacerlo”, afirmó Landi.
Biles dominó las pruebas de suelo y salto a pesar de la lesión, añadiendo emoción a su búsqueda de más medallas olímpicas. Aunque podría perderse la final de barras asimétricas, su desempeño en la clasificación asegura su participación en otras finales. La presión sobre Biles es menor en estos Juegos, ya que el equipo estadounidense tiene una gran profundidad de talento, especialmente con la ausencia de Rusia debido a la guerra en Ucrania.
Famosos como Tom Cruise y Snoop Dogg se unieron al público para ver a Biles competir, destacando su magnetismo y su importancia como figura del equipo olímpico estadounidense. A pesar del desafío físico, Biles sigue siendo una contendiente principal para una despedida dorada en París, siempre y cuando su pierna se lo permita.
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