CANTON, Ohio — Mientras Caleb Williams, C.J. Stroud y otros titulares observaban desde el banco, Brett Rypien se convirtió en la estrella del juego antes de que una tormenta eléctrica y fuertes lluvias detuvieran el partido. El quarterback veterano lanzó tres pases de touchdown, llevando a los Chicago Bears a una victoria de 21-17 sobre los Houston Texans en el Juego del Salón de la Fama este jueves por la noche. El encuentro se suspendió con 3:31 minutos restantes en el tercer cuarto tras una demora de 36 minutos.
La atención estaba centrada en la nueva norma de kickoffs radicalmente rediseñada por la NFL. A pesar de la expectativa, de los ocho kickoffs, ninguno se devolvió más allá de la yarda 32. “La velocidad y el timing son drásticamente diferentes. Es mucho más rápido”, dijo el receptor de los Bears, Collin Johnson, quien también realizó una tacleada en el kickoff inicial.
Rypien, quien terminó con 11 de 15 pases completados para 166 yardas y tres touchdowns, tomó el control del juego en ausencia de jugadores como Caleb Williams y C.J. Stroud. “Esto significó mucho para mí”, señaló Rypien. “Tenía un mal sabor de boca después de mi última titularidad en Green Bay y no sabía cómo iría esta temporada”. Davis Mills, por su parte, completó 10 de 13 pases para 102 yardas y un touchdown para los Texans.
El Juego del Salón de la Fama también fue el escenario para el debut de nuevos miembros. Devin Hester, conocido por su habilidad en devoluciones, se convertirá en el primer retornador puro en ingresar al Salón de la Fama, mientras que Andre Johnson será el primer miembro de los Texans en ser inducido. Ambos recibieron grandes ovaciones antes del juego cuando se presentó a la Clase de 2024.
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