MILÁN, Italia — Un saque de banda rara vez es celebrado con tanto fervor. Cuando Alexis Mac Allister aseguró que la pelota saliera del campo en los últimos segundos del tiempo de descuento en San Siro, los aficionados del Liverpool estallaron de alegría, como si fuera un gol. Este momento capturó la esencia de la victoria por 1-0 contra el Inter en la UEFA Champions League, simbolizando la resistencia tras días turbulentos para el entrenador Arne Slot y su equipo.
El gol de la victoria vino de un penalti marcado por Dominik Szoboszlai en el minuto 88, tras una revisión del VAR que validó una falta de Alessandro Bastoni sobre Florian Wirtz. Mohamed Salah, ausente del partido tras sus controvertidas declaraciones, ha sido el habitual ejecutor de penaltis del Liverpool durante ocho años. Sin embargo, su tensión con el club ha centrado la atención, especialmente tras sugerir que el próximo partido contra Brighton podría ser el último con el equipo.
El enfrentamiento en el icónico estadio del Inter dejó en segundo plano al fútbol, mientras los rumores alrededor de Salah dominaban la previa. Con Salah fuera y Cody Gakpo lesionado, Slot reorganizó su ataque con Alexander Isak y Hugo Ekitike en la delantera. Aunque Isak no brilló, el equipo mostró una estructura defensiva sólida, superando un anulado gol de Ibrahima Konaté por una mano de Ekitike, y conteniendo al Inter con un importante despeje de Alisson Becker.
Slot destacó el gran esfuerzo del equipo al lograr esta victoria en un campo difícil, terminando con la racha del Inter de 18 partidos invicto en casa en Europa. El respaldo de los aficionados a Slot fue muy significativo, mostrando su apoyo a pesar de las recientes tensiones con Salah. Ahora, con Salah preparándose para la Copa de África, Slot deberá trabajar en restaurar la paz dentro del equipo.
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