Después de un comienzo desafiante tras su llegada a San Francisco, Rafael Devers comienza a mostrar su verdadero potencial. Este 2025 ha sido complicado para el dominicano, quien dejó el equipo con el que ganó la Serie Mundial y se unió a los Giants. Inicialmente, su desempeño no estuvo a la altura de lo esperado, pero con el tiempo ha comenzado a justificar el contrato de más de 250 millones de dólares que se le ofreció.
Los números iniciales de Devers con los Giants no impresionaban a muchos: un promedio de bateo de .252, 15 jonrones y 39 carreras impulsadas en 68 juegos. Su bWAR es de 1.6 y, en su nueva posición en la primera base, ha demostrado ser apenas superior al promedio con un DRS de 1, mientras aprende a jugar en esta ubicación.
El bajo rendimiento inicial de Devers se debió principalmente a su periodo de adaptación en San Francisco, donde en sus primeros 37 partidos bateó solo .219. Fue criticado como un fracaso en ese momento. No obstante, en los últimos 31 partidos, ha mejorado notablemente con un promedio de .291 y ha sido clave en la racha de victorias del equipo, lo que los posiciona para competir por un puesto en el Wild Card de la Liga Nacional.
La sostenibilidad de este rendimiento es ahora la pregunta. A lo largo de su carrera, Devers ha mostrado ser un buen bateador hacia el final de la temporada. Sus estadísticas en septiembre y octubre son optimistas, con un promedio de .277. Por ahora, los Giants están obteniendo el rendimiento por el que pagaron, lo cual puede ser una amenaza para el resto de la Liga Nacional.
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