En Oxnard, California, Dak Prescott, mariscal de campo de los Dallas Cowboys, expresó optimismo sobre la posibilidad de una extensión de contrato, resaltando su responsabilidad hacia otros jugadores y compañeros de equipo. “Crecí con dos hermanos mayores y entiendo el significado de la hermandad, tanto en este equipo como en la NFL”, compartió Prescott. “El dinero está ahí y hay maneras de hacer que funcione para todos. Siempre se trata de avanzar para el siguiente hombre”.
El dueño y gerente general de los Cowboys, Jerry Jones, mencionó que las negociaciones con Prescott y el receptor CeeDee Lamb están en curso, aunque no ofreció detalles concretos sobre el progreso. “No tengo un punto de progreso legítimo con Prescott y tampoco con Lamb”, aclaró Jones. Prescott está en el último año de un contrato de cuatro años y $140 millones, y contará $55 millones contra el tope salarial.
Prescott, quien acaba de cumplir 31 años, se encuentra en su novena temporada con los Cowboys y viene de su tercera aparición en el Pro Bowl. A diferencia de otros quarterbacks como Joe Burrow y Trevor Lawrence, Prescott no puede ser etiquetado bajo la franquicia después de esta temporada, lo que lo convierte en una potencial figura libre en marzo. Aunque Prescott ha evitado involucrarse en las discusiones contractuales durante el campamento de entrenamiento, su agente Todd France sigue negociando con el equipo.
Después de la práctica del viernes, Prescott disfrutó del tiempo con su recién nacida, MJ, destacando cómo esta nueva etapa le ha permitido equilibrar mejor su vida. Por otro lado, Prescott comentó que Lamb, quien le deseó feliz cumpleaños al inicio de la semana, está ansioso por regresar al equipo. “Sé que él está listo para volver y esperando que su situación se resuelva pronto”, dijo Prescott, mostrando su deseo de tener al receptor de vuelta lo antes posible.
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