Terence Crawford asumió un riesgo significativo el sábado al subir de peso para enfrentarse a Israil Madrimov, un contendiente peligroso. Joel Díaz, entrenador de Madrimov, reveló a ESPN que la clave para vencer a Crawford es atacarlo al cuerpo. Siguiendo esta estrategia, Madrimov logró conectar golpes efectivos, incluso causando hinchazón en el ojo derecho de Crawford en el séptimo asalto. Sin embargo, Crawford demostró su experiencia y habilidad, manteniendo su invicto y ganando por decisión unánime.
Crawford, ahora campeón en cuatro divisiones, destacó por su valentía y habilidad. Habiendo noqueado a todos sus oponentes desde 2016, Crawford siempre ha sido visto como uno de los boxeadores más inteligentes del mundo. A pesar de su éxito, su carrera no ha sido fácil, comenzando desde Omaha, Nebraska, sin grandes promotores ni apoyo significativo. Antes de la pelea, Crawford se declaró a sí mismo como el mejor boxeador de la era posterior a Floyd Mayweather, una afirmación que sigue respaldando con sus actuaciones en el ring.
Por otro lado, Canelo Álvarez tiene programado enfrentarse a Edgar Berlanga, un oponente menos probado. Aunque Berlanga es talentoso, su principal mérito para esta pelea parece ser no ser David Benavidez, a quien Canelo ha evitado. A pesar de esto, la expectativa es alta para la pelea de Canelo, aunque algunos creen que la elección de Berlanga no ofrece el mismo nivel de desafío que enfrentó Crawford contra Madrimov.
Turki Alalshikh, un influyente en el mundo del boxeo, tenía la esperanza de organizar una pelea entre Crawford y Canelo, pero la victoria poco contundente de Crawford sobre Madrimov podría haber complicado estas aspiraciones. La anticipación ahora se centra en posibles futuros enfrentamientos, como Crawford contra Vergil Ortiz Jr., mientras Alalshikh y Canelo continúan su propio juego de poder en la industria del boxeo.
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