Por qué los Chicago Bulls tenían que pivotar
En las oficinas del Advocate Center, Arturas Karnisovas y Marc Eversley, vicepresidente de operaciones de baloncesto y gerente general de los Chicago Bulls, respectivamente, observaron desde sus balcones de vidrio al equipo que habían construido. Tras otra temporada decepcionante, Karnisovas comenzó a recabar ideas de miembros de la oficina principal, entrenadores y jugadores para ejecutar una nueva visión. "Mantener este roster intacto era insostenible", declaró.
Los Bulls habían sido eliminados dos veces consecutivas en el torneo de play-in de la Conferencia Este por el Miami Heat, perdiendo los playoffs por sexta vez en siete años. Karnisovas asumió "plena responsabilidad" en una conferencia de prensa al día siguiente de la derrota y enfatizó que era momento de hacer cambios significativos. Este verano, el desafío dentro del Advocate Center era definir cómo se verían esos cambios, inspirados en una renovación similar a la realizada en 2021 cuando transformaron casi toda la plantilla.
Este verano, los Bulls permitieron que su mejor jugador ofensivo, DeMar DeRozan, encontrara otro equipo en la agencia libre. Además, intercambiaron a su mejor defensor, Alex Caruso, y dejaron ir a su pívot suplente, Andre Drummond, reemplazándolos con jugadores más jóvenes como Josh Giddey, Matas Buzelis y Jalen Smith. "Nos hemos vuelto jóvenes," comentó Eversley. Aunque todavía mantienen a jugadores como Zach LaVine y Nikola Vucevic, la integración de estos talentos jóvenes representa una nueva dirección para el equipo.
Finalmente, otros cambios se dieron en el cuerpo técnico, con la salida de asistentes principales y la incorporación de nuevos entrenadores reconocidos. Sin embargo, aún no queda claro si estos cambios serán suficientes para mejorar la posición de los Bulls en la altamente competitiva Conferencia Este. "Hemos prometido cambios y creemos que los hemos ejecutado," dijo Eversley. Ahora, el objetivo es trabajar duro y ver si estos cambios traerán los resultados esperados.
