Después del primer fin de semana de los Juegos Olímpicos, varios compañeros de equipo de tenis de Coco Gauff abandonaron la villa olímpica. Según Gauff, la portadora de la bandera del equipo femenino de EE. UU., la mayoría de sus compañeros estadounidenses optaron por hospedarse en hoteles. “Yo soy la única que realmente [queda en la villa]”, comentó Gauff. Al principio consideró mudarse, pero decidió quedarse al conocer a tantos atletas increíbles en la villa, incluido Rafa Nadal. “Si él puede hacerlo, yo también puedo. Pero entiendo por qué mis compañeros se fueron”, agregó.
La decisión de quedarse o irse de la villa es un dilema clásico para los atletas olímpicos. La villa, un conjunto de dormitorios para miles de atletas de todo el mundo, ofrece una oportunidad única para fomentar la camaradería y construir comunidad. Sin embargo, no es necesariamente el mejor entorno para quienes dependen de rutinas estrictas y tienen una única oportunidad de rendir al máximo. La sostenibilidad ambiental es una prioridad en París 2024, con camas de cartón reciclable y sistemas de enfriamiento geotérmico en lugar de aire acondicionado.
Algunos atletas profesionales, como el equipo masculino de baloncesto de EE. UU., han preferido hospedarse en hoteles desde 1992. La portavoz de USA Tennis no respondió a las consultas sobre cuántos atletas se habían ido y por qué, aunque Emma Navarro mencionó problemas con las camas y dificultades para dormir. Jugadores de polo acuático australianos y gimnastas estadounidenses también expresaron quejas sobre los colchones. Fred Richard, gimnasta de EE. UU., incluso ordenó un colchón especial antes de los Juegos.
Además, ha habido críticas sobre la comida ofrecida en la villa. Pese a que los organizadores de París 2024 encargaron a chefs con estrellas Michelin para el menú, varios atletas se quejaron de la calidad y cantidad de proteínas disponibles. El transporte también ha sido un problema, con eventos distribuidos por toda la metrópolis parisina y dificultades en los traslados. No obstante, muchos atletas valoran la conveniencia y la experiencia única de la villa olímpica, destacando servicios como salones de belleza y clínicas dentales, y la oportunidad de compartir momentos con otros deportistas de élite. Coco Gauff, por ejemplo, se benefició al hablar con atletas como Suni Lee y Simone Biles, aprendiendo que incluso los mejores también sienten nervios.
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