¿Puede el mariscal de campo de UNC, Max Johnson, mantener vivo su sueño?
Max Johnson sigue luchando por ser el mariscal de campo titular de Carolina del Norte tras una grave lesión en la pierna en 2024. Tras ser trasladado al hospital luego de un partido contra Minnesota, Johnson se encontró inmóvil y lleno de dudas sobre su futuro en el fútbol americano. A pesar del dolor y las lágrimas, su determinación de llegar a la NFL no vaciló, inspirado por su padre, el ex mariscal de la NFL Brad Johnson.
La familia de Max siempre ha sido competitiva. Su padre comenzó como tercer mariscal en Florida State antes de lograr un lugar titular y ganar un Super Bowl con Tampa Bay. Max siempre ha creído en sus posibilidades y recordó cuando, a los seis años, desafiando las probabilidades, demostró que los juegos no terminan hasta el último segundo. Esta resiliencia lo llevó a destacarse en la escuela secundaria y a transferirse entre universidades, buscando siempre llegar a la NFL.
Después de la lesión, Max enfrentó un arduo proceso de recuperación. Tras cinco cirugías y meses de rehabilitación, gradualmente comenzó a caminar y correr. Aunque no llegó a tiempo para las prácticas de primavera, se mantuvo firme en su deseo de jugar una sexta temporada en UNC y ser entrenado por el legendario Bill Belichick, quien se sumó al equipo como nuevo entrenador.
Hoy, Max está “listo para el campamento de otoño”, decidido a obtener el puesto de titular contra TCU. A pesar de las dudas sobre su futuro en la NFL, Johnson sigue inspirado por el ejemplo de su padre y su propio deseo de jugar. “Quiero jugar fútbol”, dice Max, reafirmando que su pasión y su sueño no tienen fecha de caducidad.
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