INDIANÁPOLIS — Philip Rivers estaba viendo la derrota de los Indianapolis Colts ante los Jacksonville Jaguars cuando presenció la devastadora lesión de Aquiles del mariscal de campo Daniel Jones. Rivers, un veterano del Pro Bowl en ocho ocasiones, se unió de nuevo a los Colts cinco años después de su retiro, reuniéndose con su amigo cercano y entrenador Shane Steichen. Rivers admitió que tras ver la lesión pensó: “Me pregunto si Shane llamará”. Y así fue, ya que Steichen contactó a Rivers pocas horas después.
Después de discutirlo con su familia y amigos de confianza, Rivers llamó a los Colts el martes por la mañana para confirmar su regreso. “Dijo: ‘Vamos a hacerlo'”, comentó Steichen. Con esta decisión, Rivers inició un nuevo capítulo en su ilustre carrera. Los Colts enfrentan una crisis de lesiones con Jones en la reserva de lesionados y su suplente, Riley Leonard, también afectado por un problema de rodilla. A pesar de la mejora de Leonard, Rivers podría ser una opción este domingo si se muestra listo en los entrenamientos de esta semana.
Rivers trajo consigo entusiasmo y amor por el fútbol, algo que nunca perdió incluso después de retirarse. Dijo que el fútbol “es un juego que amo jugar, y pensé que ya había terminado esa etapa”. Sin embargo, la oportunidad de regresar le emocionó, y aunque reconoce los desafíos físicos tras cinco años fuera, está listo para enfrentarlos día a día. “Me siento bien y estar de regreso en este edificio se siente correcto”, expresó Rivers.
La opción de que Rivers juegue pronto podría parecer improbable, pero su conocimiento del sistema de los Colts le proporciona una ventaja significativa sobre otros mariscales de campo. Steichen, quien trabajó con Rivers durante seis años con los Chargers, mantiene muchos de los esquemas usados anteriormente. Rivers afirmó que estar familiarizado con el plan de juego es un “gran adelanto”. Aunque su elegibilidad para el Salón de la Fama se retrasará si juega, aseguró que esto no influyó en su decisión.
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