La participación de la Selección Argentina Sub-23 en los Juegos Olímpicos de París 2024 comenzó envuelta en controversia. Después de la derrota 1-2 ante Marruecos, la AFA presentó una queja formal a la FIFA, alegando irregularidades en el desarrollo y conclusión del partido.
El encuentro, disputado en el Estadio Geoffroy-Guichard de Saint-Étienne, se vio interrumpido por casi dos horas debido a incidentes violentos protagonizados por aficionados marroquíes. Invasiones al campo, lanzamiento de objetos y agresiones verbales hacia los jugadores argentinos fueron algunas de las situaciones que, según la AFA, ameritaban la suspensión definitiva del partido.
Claudio Tapia, presidente de la AFA, manifestó su indignación en redes sociales, expresando que “es inaceptable que nuestros jugadores hayan tenido que volver a salir a la cancha después de semejante espectáculo”. Añadió que “la seguridad de nuestros deportistas debe ser prioridad absoluta, y lo ocurrido va en contra de todas las normas del juego limpio”.
El malestar en Argentina es notable, con figuras como Lionel Messi calificando lo sucedido como “insólito” y Javier Mascherano describiéndolo como “un circo”. La AFA ha solicitado a la FIFA una investigación exhaustiva y sanciones adecuadas para los responsables, considerando la reanudación del partido como una decisión arbitraria y perjudicial. A pesar de la polémica, el equipo argentino debe concentrarse en los próximos partidos contra Irak y Ucrania para avanzar en el torneo.
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