Erriyon Knighton, un joven prodigio del atletismo, asombró al mundo en mayo de 2021 al romper el récord sub-18 de Usain Bolt en los 200 metros con un tiempo de 20.11 segundos. Con tan solo 17 años y cuatro meses como corredor profesional, Knighton dejó sorprendidos a todos al vencer a favoritos como Trayvon Bromell y Adam Gemili. “Me sentí bien”, comentó Knighton. Hoy, con 20 años, busca ganar su primera medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024, tras quedarse fuera del podio en Tokio 2021.
Knighton nació en Jesup, Georgia, pero creció en Tampa, donde destacó como receptor en fútbol americano. Su entrenador de secundaria lo animó a unirse al equipo de atletismo para mejorar su condición física, y aunque al principio fue una transición difícil, Knighton rápidamente demostró su talento. Su entrenador, Jonathan Terry, lo apodó “Knightmare” por la impresión que causaba en sus oponentes. Bajo la tutela de Terry, Knighton se mudó a su casa para estar más cerca del entrenamiento, fortaleciendo no solo su forma física sino también su relación mentor-mente.
En 2021, Knighton tomó la decisión de convertirse en profesional y firmó un contrato con Adidas, dejando atrás ofertas universitarias para jugar fútbol. Con la ayuda de su nuevo entrenador, Mike Holloway, mejoró su técnica y se preparó para competir al más alto nivel. Holloway describió a Knighton como alguien con una capacidad increíble, y su estrecha relación ha sido fundamental para su desarrollo como atleta.
En marzo de 2024, Knighton fue suspendido por tres meses tras un test positivo por trenbolona, un esteroide prohibido, debido a una contaminación alimentaria que luego fue confirmada por un panel de arbitraje. Poco después, logró clasificarse para los Juegos Olímpicos de París tras destacarse en las pruebas, decidido a demostrar que su momento está por llegar. “Solo estoy esperando mi turno”, afirmó Knighton, con la esperanza de subirse al podio olímpico y solidificar su lugar entre los velocistas más rápidos del mundo.
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