El Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional celebró una emotiva ceremonia en el Tom Benson Hall of Fame Stadium para recibir a sus siete nuevos miembros de la clase 2024. Los homenajeados fueron Steve McMichael, Patrick Willis, Dwight Freeney, Devin Hester, Andre Johnson, Julius Peppers y Randy Gradishar. Estos nuevos inmortales de la NFL ahora tienen sus bustos de bronce en el recinto en Canton, Ohio, un reconocimiento que se otorga desde 1963 a las leyendas del fútbol americano profesional.
El momento más conmovedor de la ceremonia fue la entrega de la chaqueta dorada y el busto a Steve McMichael, ex tackle defensivo de los Chicago Bears, quien padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Debido a su condición, McMichael recibió su reconocimiento en casa, rodeado de su familia y ex compañeros. A través de un mensaje leído por su hermana Kathy, McMichael expresó su gratitud al Salón de la Fama, a los Bears y los aficionados, destacando a Chicago como “la mejor ciudad para el fútbol americano”.
El evento también contó con la presencia de Michael Jordan, amigo cercano de Dwight Freeney, ex ala defensiva de los Indianapolis Colts. Freeney expresó su agradecimiento hacia el deporte, comparando su experiencia en el campo con la de un artista en su lienzo. Patrick Willis, ex apoyador de los San Francisco 49ers, también mostró su orgullo por la distinción, afirmando que llevar la chaqueta dorada junto a los grandes de la NFL era un honor.
Devin Hester, recordado por sus hazañas como regresador de patadas con los Bears, expresó su esperanza de que su inclusión en el Salón de la Fama abrirá puertas para otros jugadores en su posición, como Brian Mitchell y Josh Cribbs. Randy Gradishar rindió homenaje a su fallecido entrenador Joe Collier, quien forjó la defensiva ‘Orange Crush’ de los Denver Broncos. Finalmente, Julius Peppers y Andre Johnson también se mostraron honrados por su ingreso al selecto grupo de inmortales del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional.
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