Novak Djokovic conquistó su primera medalla de oro olímpica al vencer a Carlos Alcaraz por 7-6 (3), 7-6 (2) en una emocionante final de tenis individual masculino en París. A los 37 años, el serbio añadió el último logro significativo que le faltaba a su impresionante carrera, la cual ya incluye un récord de 24 títulos de Grand Slam y la mayor cantidad de semanas como número 1 en el ranking.
Hasta llegar a la final, Djokovic tuvo que superar obstáculos significativos, incluida una lesión en el menisco de la rodilla derecha que requirió cirugía hace dos meses. En las semifinales derrotó al italiano Lorenzo Musetti, quien había ganado el bronce, antes de enfrentarse y superar a su rival Rafael Nadal en la segunda ronda. Así, Djokovic se convierte en el hombre de mayor edad en ganar el oro en individuales desde 1908, impidiendo que el joven español Alcaraz, de 21 años, se convirtiera en el más joven en hacerlo.
El encuentro, que duró 2 horas y 50 minutos, fue una revancha del partido final de Wimbledon de hace tres semanas, donde Alcaraz salió victorioso. Esta vez, Djokovic mostró su veteranía, llevándose la victoria en dos sets muy disputados sin un solo quiebre de servicio. Ambos jugadores exhibieron un tenis de alta calidad, con intercambios largos y golpes precisos desde la línea de base, lo que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos.
La atmósfera en el estadio fue electrizante, con aficionados animando vigorosamente a sus respectivos ídolos con cánticos como “No-le! No-le!” y “Car-los! Car-los!” Durante momentos cruciales del partido, tanto Djokovic como Alcaraz respondieron a la audiencia, aumentando la intensidad de la competencia. Al final, Djokovic, visiblemente emocionado, celebró con su familia y banderas serbias, mientras Alcaraz también dejó ver sus lágrimas. El partido, digno de una final de Grand Slam, dejó claro por qué estos dos jugadores están en la cima del tenis mundial.
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