El oro olímpico era la única pieza que le faltaba a Novak Djokovic para completar su extraordinaria trayectoria y ser considerado el mejor tenista de todos los tiempos. Finalmente, en los Juegos de París 2024, el serbio se hizo con la medalla dorada, completando todos los objetivos posibles para un tenista. Con una actuación impecable, Djokovic logró vencer al español Carlos Alcaraz, con parciales de 7-6 (3) y 7-6 (2), en una final que le consagró como campeón olímpico. Esta victoria era la única gran meta que aún se le resistía y dejó a su adversario español al margen de un registro histórico.
Djokovic ya tenía sólidos argumentos para ser considerado el mejor de la historia: más títulos de Grand Slam que cualquier otro tenista y el mayor número de semanas como número 1 del mundo. Sin embargo, faltaba una distinción que su principal rival, el español Rafael Nadal, ya tenía. Ahora, con el oro olímpico en su haber, Djokovic cierra un círculo que perseguía desde hace tiempo. Había participado en varias ediciones anteriores de los Juegos Olímpicos, logrando solo un bronce en Pekín, que contrastaba con su increíble lista de éxitos.
A sus 37 años, cuando muchos pensaban que su carrera estaba en declive, Djokovic buscaba resolver esa cuenta pendiente en un escenario prestigioso como la pista central de Roland Garros y frente a un rival destacado como Carlos Alcaraz, visto por muchos como su potencial sucesor. Este triunfo no solo lo iguala con Nadal, sino que lo convierte en el tercer hombre en conseguir los cuatro Grand Slam y el oro olímpico, una hazaña también lograda por André Agassi y emulada en la categoría femenina por Serena Williams y Steffi Graf, quien lo consiguió todo en el mismo año, 1988.
Djokovic había intentado ganar el oro olímpico en cuatro ocasiones anteriores, con su debut en 2008 donde ganó el bronce, y cuartos puestos en Londres y Tokio, además de su fracaso en Rio. A pesar de estos tropiezos, el torneo olímpico de París 2024 se mantuvo como un objetivo central en su carrera. Con esta victoria, no solo se convierte en el primer serbio en ganar el oro olímpico en tenis, sino que continúa consolidando su legado y cerrando cualquier brecha que pudiera quedar en su impresionante historial.
Source link
