No conviertas el caos de Liverpool en un duelo entre Arne Slot y Mohamed Salah

La situación actual en el Liverpool se ha simplificado de manera excesiva en términos de Mohamed Salah contra Arne Slot. Ambos se encuentran en un dilema sobre quién debería tomar la iniciativa para resolver sus diferencias. Slot ha comentado que no ha dicho que no hablará con Salah, y la pregunta ahora es quién debe dar el primer paso. Esta problemática se ha convertido en una especie de drama escolar, con la afición y los medios actuando como padres.

Sin embargo, falta un elemento importante en esta narrativa: el club. La resolución de este conflicto depende en gran medida de Michael Edwards, CEO de Fútbol, y Richard Hughes, director deportivo, quienes han estado respaldando a Slot en todo momento. Salah ha expresado que es el “club” y no el “manager” quien le ha fallado al no cumplir promesas realizadas durante el verano. Mencionó no entender por qué ahora no tiene relación con Slot, pese a que antes era buena.

Las promesas a las que Salah se refiere probablemente están relacionadas con su rol en el sistema del equipo y no con garantías de jugar todos los partidos. Tras firmar una extensión de contrato a corto plazo, quedó claro que el club valoraba a Salah, pero bajo sus propias condiciones y no considerándolo indispensable. El plan era incorporar a Salah en un sistema 4-2-3-1, pero los resultados no se han materializado, lo que ha llevado a Slot a experimentar con diferentes alineaciones.

El Liverpool es conocido por ser una organización bien gestionada que se basa en la responsabilidad compartida. No se puede simplemente culpar a Slot ni considerarlo el villano del conflicto. La situación es más compleja y requiere una solución colectiva, considerando los errores de juicio que puedan haber ocurrido en la planificación y gestión del equipo.

Source link