Ryne Sandberg, legendario segunda base de los Chicago Cubs y miembro del Salón de la Fama, falleció a los 65 años rodeado por su familia. Conocido por su impresionante rendimiento en el béisbol de las Grandes Ligas, Sandberg destacó por su habilidad para conectar jonrones, logrando 40 en 1990, siendo solo el tercer segunda base en hacerlo. Enfrentó una dura batalla contra el cáncer de próstata desde 2024, y aunque brevemente estuvo libre de la enfermedad, anunció su regreso en diciembre de ese año.
El presidente de los Cubs, Tom Ricketts, expresó que Sandberg será recordado como uno de los más grandes de la franquicia, destacando su dedicación e integridad en el deporte. Sandberg comenzó su carrera con los Philadelphia Phillies, debutando en 1981. Fue traspasado a los Cubs en 1982, en un intercambio que sería considerado uno de los más desiguales en la historia del béisbol. Durante sus 15 años con los Cubs, mantuvo un promedio de bateo de .285, participó en diez Juegos de Estrellas y ganó nueve Guantes de Oro.
El comisionado de la MLB, Rob Manfred, destacó a Sandberg como una leyenda de los Cubs y un jugador completo que influyó en todos los aspectos del juego. Aunque los Cubs solo llegaron a la postemporada dos veces con él, Sandberg brilló en 1984, ganando el MVP de la Liga Nacional. Aquel año fue icónico por “El Juego de Sandberg”, donde impulsó siete carreras en una memorable victoria contra los Cardinals.
Ryne Sandberg llevó a los Cubs a otra postemporada en 1989, y a pesar de establecer récords personales en 1990, Chicago no volvió a los playoffs durante su carrera. Ingresó al Salón de la Fama en 2005 y su número 23 fue retirado ese año. Dirigió a los Philadelphia Phillies brevemente entre 2013 y 2015 antes de su renuncia. Su legado perdurará como una figura icónica tanto dentro como fuera del campo.
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