Los Chicago Cubs han optado por mejoras moderadas en vez de grandes movimientos durante la fecha límite de intercambios de la MLB. A diferencia de equipos como los Philadelphia Phillies, New York Mets y San Diego Padres, que adquirieron cerradores estrella, los Cubs incorporaron a los relevistas Taylor Rogers y Andrew Kittredge, al abridor Mike Soroka (ahora en la lista de lesionados por molestias en el hombro), y al jugador versátil Willi Castro. Según el gerente general Carter Hawkins, estas decisiones requieren disciplina, pues considera importante el balance entre mejorar el equipo actual y proteger el futuro de la franquicia.
Ante la recta final de la temporada, surge la pregunta de si los Cubs tienen lo necesario para competir contra los Milwaukee Brewers por la División Central de la Liga Nacional y enfrentar a equipos fuertes en los playoffs. Un panel compuesto por un entrenador, un ejecutivo y un cazatalentos evaluó la situación: en términos de pitcheo abridor, los Cubs se ubican en el puesto 14 en efectividad. El equipo ha sufrido varias lesiones clave en su rotación, como la pérdida de Justin Steele por el resto de la temporada.
En cuanto al bullpen, los Cubs intentaron abordar sus deficiencias con adquisiciones estratégicas. Aunque han mejorado con Rogers y Kittredge, aún existen inquietudes sobre su capacidad de ganar series largas. A pesar de no buscar cerradores caros, el equipo confía en su defensa para apoyar a los relevistas. La versatilidad de Castro es vista como un punto positivo, y su habilidad para ocupar múltiples posiciones ayudará a los titulares.
La ofensiva de los Cubs ha sido una de las mejores durante la temporada, aunque recientemente ha tenido un bajón, con jugadores clave como Kyle Tucker en una mala racha. Decidieron no buscar un nuevo tercer base, confiando en Castro para llenar huecos en el equipo. Los expertos coinciden en que, aunque pueden ser vulnerables contra lanzadores zurdos, la alineación tiene el potencial suficiente para ser peligrosa en los playoffs.
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