Manchester United necesita mejorar en la venta de jugadores. Desde la retirada de Sir Alex Ferguson en 2013, solo Daniel James ha sido vendido por más de lo que costó ficharlo. James llegó del Swansea por £15 millones en 2019 y se fue al Leeds por £25 millones dos años después. Aparte de las ventas con pérdidas de jugadores como Ángel Di María y Romelu Lukaku, el fútbol financiero del club ha sido deficiente.
Para afrontar la ventana de transferencias de verano de 2025, United debe vender jugadores para equilibrar las cuentas y cumplir con las normas de sostenibilidad de la Premier League. A pesar de gastar casi £200 millones en nuevas incorporaciones como Matheus Cunha y Bryan Mbeumo, el club no ha recaudado dinero con salidas. Con Marcus Rashford cedido al Barcelona y sin ventas significativas de otros jugadores como Jadon Sancho o Alejandro Garnacho, el tiempo se agota antes del 1 de septiembre.
En contraste, clubes rivales como Liverpool y Manchester City han sabido capitalizar sus ventas. Liverpool generó ganancias con jugadores como Luis Díaz, mientras que City vendió a James McAtee, entre otros, por sumas considerables. United no ha podido replicar estos éxitos, siendo incapaz de vender jugadores a precios competitivos, lo que afecta su capacidad para competir en la élite.
El desafío para el director deportivo Jason Wilcox y el director de reclutamiento Christopher Vivell es claro: hacer a los jugadores del United atractivos para otros equipos y aprender a gestionar mejor las ventas. Las decisiones sobre jugadores como Garnacho, Sancho y otros, antes de la fecha límite, serán cruciales para saber si el club ha mejorado su estrategia de transferencias.
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