En 2019, Khaman Maluach asistió a un campamento de la Fundación Luol Deng en Kampala, sin saber que esto marcaría el inicio de un viaje épico. A pesar de no ser inicialmente destacado por los hermanos Deng, quienes lideraban la Fundación, Maluach desarrollaría su talento y eventualmente se uniría a los Duke Blue Devils, simbolizando la unión de Sudán del Sur a través del baloncesto. “Retiré y seguí con mis campamentos de baloncesto. Conocía a muchos jugadores de Sudán del Sur y sabía que podíamos hacer algo especial”, comentó Luol Deng a ESPN.
El arduo trabajo comenzó a mostrar resultados con una emocionante victoria histórica en el Preolímpico de Londres contra Puerto Rico. La estrecha derrota por un punto frente a EE.UU, donde LeBron James tuvo que anotar una bandeja en el último minuto, demostró que Sudán del Sur es un equipo que no debe subestimarse en las próximas Olimpiadas de París. Además de Maluach, el equipo también cuenta con otros talentos prominentes como Wenyen Gabriel y Nuni Omot, aunque atraer jugadores elegibles, como Bol Bol, ha sido un desafío.
La dedicación de Deng no se limita a lo deportivo. La visión de Luol es usar el baloncesto para reescribir la narrativa de Sudán del Sur y fomentar la unidad. “Quiero ayudar al crecimiento del juego, pero también cambiar la narrativa y las historias de Sudán del Sur, y encontrar una manera de unir comunidades”, señaló. Su hermano Ajou también elogió la visión y el financiamiento de Luol, que han permitido no solo ganar partidos, sino también inspirar a una nueva generación.
Para muchos jugadores como Maluach, este viaje ha sido doblemente significativo; el baloncesto se ha convertido en una forma de conectar con sus raíces y contribuir a la paz en su país. “Crecí en Uganda, pero a través del baloncesto puedo conectarme con mi tierra”, dijo Maluach. Con su incipiente carrera en Duke y su participación en el equipo nacional, representa el futuro brillante de Sudán del Sur en el deporte y la esperanza de unidad y progreso.
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