Los Juegos Olímpicos de París 2024 han entrado de lleno en la era de los influencers. Fred Richard tenía 16 años cuando comenzó la pandemia, momento en que TikTok ganó popularidad. Empezó creando videos y pronto notó el potencial de alcanzar a un gran público. A los 20 años, ha logrado un enorme seguimiento en TikTok mostrando trucos gimnásticos y fue una de las estrellas emergentes en los Juegos de París, ayudando al equipo de gimnasia masculino de EE. UU. a obtener su primera medalla de bronce en 16 años. Richard se quedará en París más tiempo para crear más contenido y promover el deporte entre los niños negros.
Ilona Maher, otra atleta que destacó en estos Juegos, también ha utilizado las redes sociales para aumentar su visibilidad. Maher, una jugadora de rugby que ganó una medalla de bronce, ahora tiene más de tres millones de seguidores en Instagram gracias a sus videos auténticos sobre la experiencia olímpica. Aunque se considera primero jugadora de rugby, admite que ser influencer le ha permitido llamar más la atención sobre su deporte y generar ingresos adicionales.
NBC ha adoptado esta nueva estrategia de marketing, involucrando a influencers y personalidades conocidas para atraer a la audiencia joven de la Generación Z. Han acreditado a 27 creadores de contenido para que cubran los Juegos y han colaborado con celebridades como Snoop Dogg para animar la cobertura. Esta estrategia ha demostrado ser exitosa, con cifras de audiencia que alcanzan niveles comparables a los de la NFL.
El impacto de los influencers también se ha sentido en otros aspectos de los Juegos. Celebridades como Flavor Flav han donado dinero y asistencia para apoyar a los atletas olímpicos, mejorando sus condiciones económicas. A pesar de los desafíos financieros que enfrentan, muchos atletas han encontrado en las redes sociales una vía para aumentar su notoriedad y apoyo, como demuestra el caso de Veronica Fraley y la ayuda recibida tras compartir sus dificultades en redes.
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