Danny León se ha transformado en un ícono del skateboarding. Originario de Madrid y con 29 años, es el miembro más veterano del equipo español y, para muchos, un mentor para las futuras generaciones de skaters. Este viernes se presentará en la competición olímpica en la Plaza de la Concordia de París, con la firme meta de sorprender y llevarse una medalla. A diferencia de su participación en Tokio, León llega a París con una oportunidad real de ganar, impulsado por su reciente victoria en el World Skate de Dubái en marzo pasado.
En una entrevista, León confesó que hablar de los Juegos Olímpicos lo ponen nervioso: “Estoy patinando muy bien y tengo los deberes hechos”, comentó. Ha experimentado un gran incremento en sus seguidores en redes sociales, algo que atribuye a la cercanía de los Juegos. “Los datos de las redes sociales se han multiplicado por cuatro. Se nota tanto la presión social como la personal, porque todos queremos ganar y solo hay tres medallas,” explicó.
León también destacó la importancia de su evolución desde Tokio: “El nivel ha subido. Yo ahora veo lo que hice en Tokio y pienso que lo que hice no es nada. Todos hemos mejorado acorde a la subida de nivel de la prueba.” Además, revela que tiene un truco secreto que planea realizar en la final: “Es muy valioso y muy arriesgado. La media que estoy haciendo es de dos de cada diez, pero es un truco que el que lo quiera ver, que vea la competición.”
Más allá de los Juegos, León se siente orgulloso de ser un referente para los jóvenes skaters del equipo español. “Soy el hermano mayor,” afirma. A pesar de que algunos consideran el skateboarding un deporte juvenil, menciona el caso de competidores de 50 años mostrando que la pasión no tiene edad y deja abierta la posibilidad de seguir compitiendo en el futuro: “Me gustaría estar ligado al skate toda mi vida, de algún modo.” En resumen, Danny León no solo mira hacia el podio olímpico, sino que también sueña con un futuro donde el skate y su vida personal encuentren un balance perfecto.
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