En el mundo del fútbol de fantasía, ciertos jugadores están generando expectativas desmesuradas, tal es el caso de Christian McCaffrey de los San Francisco 49ers. Aunque McCaffrey tuvo campañas impresionantes en 2019 y 2023, su temporada de 2024 fue problemática debido a una extraña lesión en la pierna. A pesar de estas dudas, muchos aficionados aún lo consideran una de las principales elecciones, aunque su fiabilidad está en cuestión. La lección aquí es no dejarse llevar por el pasado y evaluar cuidadosamente su valor actual en el draft.
El peligro de sobrevalorar jugadores también se extiende a otros nombres grandes. Saquon Barkley de los Philadelphia Eagles, aunque productivo, se perfila para una temporada con menor carga de trabajo debido a su historial de lesiones. La idea es ser realista y evaluar el riesgo de sobrecargar a estos jugadores, recordando que una carga excesiva en temporadas pasadas puede llevar a una disminución del rendimiento o a lesiones.
Los quarterbacks también presentan un dilema en los drafts de fantasía. Lamar Jackson y Josh Allen son valiosos, pero elegirlos en las primeras rondas puede significar sacrificar la oportunidad de adquirir running backs o receptores de confianza. Optar por quarterbacks después de la Ronda 10 podría ser más prudente, a menos que un jugador verdaderamente destacado esté disponible a un precio razonable.
Finalmente, en la posición de tight end, Mark Andrews destaca por sus 11 touchdowns la temporada pasada, pero tuvo menos recepciones que otros en su posición. Las probabilidades sugieren que su número de touchdowns podría disminuir, y hay otros tight ends con potencial que podrían ofrecer un mejor valor. La clave en el draft es establecer un precio justo, evaluar las ADP y evitar sobrevalorar el pasado de un jugador.
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