En 2007, cuando “Crank That (Soulja Boy)” lideraba las listas y se estrenaba el primer iPhone, LeBron James y Kevin Durant se enfrentaron por primera vez en un partido de pretemporada. Aquel enfrentamiento no fue memorable, pero marcó el inicio de una rivalidad que se ha extendido más de dos décadas. Han jugado en tres finales de la NBA uno contra el otro, con LeBron ganando en 2012 con los Miami Heat contra el Oklahoma City Thunder de Durant, y Durant venciendo a los Cleveland Cavaliers de LeBron en 2017 y 2018 con los Golden State Warriors.
Esta temporada, esta legendaria rivalidad se renueva de nuevo, ya que Durant se une a los Houston Rockets, mientras que LeBron cuenta ahora con Luka Doncic en los Lakers. Ambos equipos competirán constantemente por posición en los playoffs, y se enfrentarán en varias ocasiones clave, incluyendo la noche de apertura y el día de Navidad. LeBron resalta la importancia de mantenerse enfocado, mientras que Durant admira la pasión de su rival por el juego, lo que le sigue motivando.
Por primera vez, Durant y LeBron afrontan incertidumbres sobre su futuro después de la temporada 2025-26, ya que ambos podrían convertirse en agentes libres. Los Lakers han comenzado a centrar su futuro en Doncic, mientras que los Rockets ven a Durant como un componente veterano junto a su joven núcleo. Las conversaciones de contrato aún están en curso para Durant, quien podría tener que aceptar menos de lo esperado.
A pesar de los cambios, LeBron y Durant siguen siendo figuras centrales en la NBA. Ambos han demostrado su talento temporada tras temporada, y si se mantienen saludables, tendrán un impacto significativo este año. LeBron reflexiona sobre la disminución de enfrentamientos contra Durant, destacando la importancia de cada uno de estos encuentros en el ocaso de sus carreras.
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