LONDRES — Mientras se acerca el inicio de lo que podría ser el torneo internacional más competitivo de la historia, LeBron James ha dejado claro que no está jugando. A sus 39 años y como abanderado del país, su demostración de dominio quedó patente el lunes por la noche, cuando llevó a Estados Unidos a una victoria de 92-88 sobre Alemania, campeona actual de la Copa del Mundo FIBA.
James se convirtió en la fuerza motriz del equipo, anotando ocho puntos cruciales y completando robos y rebotes en el tramo final del partido. Acabó con un total de 20 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, cifras que no reflejan plenamente su impacto. “Tenemos un gran grupo de chicos y no importa si soy yo, Joel [Embiid], Steph [Curry] o cuando [Kevin Durant] regrese”, dijo James. “Todos vamos a tener nuestro momento y eso es lo que representa este equipo. Nos apoyamos mutuamente sin importar cómo vaya el juego.”
Joel Embiid también destacó, anotando 15 puntos, con 8 rebotes y 5 asistencias, demostrando su evolución tras empezar la temporada con algo de óxido. “Cada temporada me toma unos juegos arrancar, y esta no es diferente”, comentó Embiid. Por otro lado, Curry sumó 13 puntos, aunque tuvo problemas desde la línea de tres, acertando solo 1 de 7 intentos.
A pesar de que Alemania, con cuatro jugadores actuales de la NBA, mostró una excelente química de equipo y atacó agresivamente el rebote ofensivo, no fue suficiente para pasar por encima a un equipo de EE. UU. que aún tiene aspectos a pulir. “Podemos mejorar mucho,” dijo el entrenador Steve Kerr. “Estamos empezando a sentirnos cómodos con las rotaciones y creo que podemos afinarnos para mejorar. Ese es el plan en las próximas semanas.”
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