El entrenador de Ohio State, Ryan Day, tiene una oportunidad este fin de semana para lograr algo que no ha conseguido en seis años: vencer a Michigan. Los Buckeyes, número uno en el ranking, se enfrentarán a los Wolverines, clasificados en el puesto 18, buscando mantener su récord invicto. Esta será la 50ª ocasión desde 1936 que ambos equipos están clasificados al mismo tiempo para “El Juego”. Michigan lidera ligeramente en estos encuentros con un récord de 23-22-4. Sin embargo, contra el número uno del ranking, Michigan tiene un récord de 3-18-1, lo que incluye 1-3-1 contra Ohio State como el equipo mejor clasificado. En general, los Wolverines llevan nueve derrotas consecutivas contra rivales número uno.
A pesar de haber ganado un campeonato nacional, los fans de Ohio State sienten que falta algo hasta vencer a su gran rival. Bajo la dirección de Day, esto no ha sido posible. Los problemas empiezan en la línea defensiva, donde Ohio State no logró capturar al mariscal de Michigan en dos de sus últimos cuatro encuentros (2021 y 2024). Solo han registrado cuatro capturas totales contra Michigan durante la era Day, un contraste notable con el pasado.
Ohio State ha perdido cuatro veces seguidas contra Michigan desde que Day es entrenador, una racha que parecía destinada a terminar la temporada pasada. Los Buckeyes estaban ampliamente favorecidos para ganar, con una ventaja de 21 puntos en las apuestas, pero terminaron sorprendidos con una derrota de 13-10. Esta serie de derrotas no se veía desde la década de 1920, y su récord más largo de derrotas consecutivas en “El Juego” es de nueve partidos.
Ofensivamente, Ohio State se ve muy diferente cuando enfrenta a Michigan. Con Day al mando, promedian 52 yardas totales menos, 66 yardas de carrera menos y un punto menos por jugada. Notablemente, anotaron 13 puntos menos en promedio en estos enfrentamientos, siendo sus 10 puntos del año pasado el conteo más bajo desde 1996. Defensivamente, permiten 397 yardas por juego contra Michigan, comparadas con 285.4 yardas contra otros rivales, mostrando una diferencia de 112 yardas.
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