La temporada final de Garrett Nussmeier en LSU se ha convertido en un asunto familiar. Con el 66% de la ofensiva regresando, el analista de SEC Now, Greg McElroy, destaca la efectividad de Nussmeier y su potencial de mejora. Doug Nussmeier, su padre, pasó tiempo separado de su familia trabajando en la NFL, mientras sus hijos, Garrett y Colton, seguían caminos diferentes, uno en LSU y el otro en Texas. Sin embargo, en un campamento de verano en LSU, la familia se reunió, celebrando lo que llaman un “momento de círculo completo”. Doug, que inició su carrera en la NFL en Nueva Orleans, ahora se ha unido a los Saints, lo que le permite estar más cerca de su familia.
Doug Nussmeier, quien jugó como mariscal de campo, nunca presionó a sus hijos para que siguieran sus pasos, pero Garrett lo veía como su ídolo. A través de mudanzas y observación de jugadores universitarios, Garrett adquirió conocimientos, definiendo su camino hacia LSU, influenciado por el amor de su madre por el estado. Aunque enfrentaron desafíos, como el cambio de entrenador en LSU, Garrett se mantuvo fiel a su compromiso, impulsado por su deseo de llevar un campeonato a Luisiana. Al quedarse en LSU, Garrett quiere demostrar su lealtad.
En su quinto año, Garrett busca llevar a LSU a la victoria. Tras un comienzo prometedor la temporada pasada, enfrentó dificultades significativas pero aprendió a manejar la presión del juego. Con mejoras en su condición física y habilidades en el campo, su entrenador Brian Kelly espera que esta temporada sea la mejor. Garrett trabajó esta temporada baja para mejorar su precisión, manejo del bolsillo y liderazgo, elementos cruciales para su éxito.
A pesar de las pruebas, Garrett se preparó para esta etapa desde su infancia, jugando al fútbol con su padre. Ahora, con su familia cerca, enfrenta una oportunidad única: ganar un campeonato para LSU. Es un sueño que ha alimentado toda su vida, y con la presión que siempre ha deseado, Garrett está listo para cumplirlo.
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