El calvario terminó para la Selección Chilena tras empatar sin goles con Uruguay, concluyendo su participación en las Eliminatorias Sudamericanas y quedando fuera del Mundial por tercera vez consecutiva. Este intento fallido de llegar a la Copa Mundial 2026 en Estados Unidos, México y Canadá sumergió al fútbol chileno en una crisis, marcando su peor campaña en clasificatorias. La falta de una propuesta futbolística sólida y el adiós de la Generación Dorada sin un recambio claro agravaron la situación.
El camino comenzó con Eduardo Berizzo en 2023, quien dirigió amistosos con resultados mixtos, incluyendo una victoria ajustada contra Paraguay y triunfos contundentes ante Cuba y República Dominicana. Sin embargo, las clasificatorias comenzaron mal con una derrota ante Uruguay y un empate con Colombia. Un leve resurgimiento con una victoria sobre Perú fue opacado por una goleada de Venezuela, generando tensiones entre los fanáticos y el entrenador.
Ricardo Gareca tomó el relevo, pero la situación no mejoró. Su primer desafío, la Copa América en Estados Unidos, fue un indicio de lo que vendría. Las eliminatorias bajo su mando fueron decepcionantes, con derrotas ante Argentina, Bolivia, Brasil y más adversarios, dejando a Chile languideciendo en la tabla. A pesar de algunos destellos, como el triunfo ante Venezuela, las derrotas consecutivas sellaron el destino del equipo.
Con Nicolás Córdova al mando interinamente, Chile completó esta campaña desastrosa, terminando en el último lugar de la tabla. Solo ganó dos de los 18 partidos disputados, acumulando escasos 11 puntos y anotando solo 9 goles frente a 27 en contra. El camino hacia el Mundial 2026 dejó un registro negativo que recuerda el fallido intento de 2002, pero con una sensación de crisis más profunda y urgente.
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