SAINT-DENIS, Francia — La noche del martes en París promete ser inolvidable, especialmente con una vuelta restante en la final masculina de los 1500 metros. Jakob Ingebrigtsen de Noruega probablemente estará liderando, con el británico Josh Kerr pisándole los talones. En la línea de meta, sin embargo, habrá mucho más en juego que solo una medalla de oro: estarán las ansias de presumir. Esta rivalidad ha llevado al presidente de la IAAF, Seb Coe, a describirla como una “carrera para la historia”.
El enfrentamiento se ha intensificado por los comentarios públicos entre ambos atletas. Ingebrigtsen justificó una derrota ante Kerr argumentando estar enfermo, señalando que podría ganar “con los ojos vendados” cuando está en plena forma. Por su parte, Kerr ha criticado la falta de modales de Ingebrigtsen y lo ha llamado “rodeado de aduladores”. El próximo martes no solo veremos a ocho corredores talentosos, sino principalmente un duelo entre Kerr e Ingebrigtsen.
La disputa comenzó el agosto pasado en el Campeonato Mundial de Atletismo en Budapest, Hungría, cuando Kerr venció a Ingebrigtsen, quien luego alegó estar enfermo. En una entrevista, Kerr comentó cómo Ingebrigtsen solo parece ganar cuando alguien le sirve de liebre, y que en carreras más tácticas, tiene la ventaja. Esto fue visto cuando Kerr ganó la Milla Bowerman en la Wanda Diamond League Prefontaine Classic en mayo, derrotando nuevamente a Ingebrigtsen.
Durante estos Juegos Olímpicos, la rivalidad ha continuado. Ingebrigtsen llamó a Kerr el “británico que no compite”, aludiendo a que Kerr no ha competido en ningún evento de 1500 metros este año. Kerr respondió que se definirá en la pista. En la semifinal del domingo, ambos corrieron juntos, con Ingebrigtsen liderando y Kerr persiguiendo. Aunque no mostrando todo su potencial, ambos prometen una final explosiva con mucho en juego. “Los aficionados deberían esperar la carrera de 1500 metros más competitiva que el deporte ha visto en mucho tiempo”, declaró Kerr tras la semifinal.
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