“El futuro es ya”, afirmó Sergio Scariolo antes del partido contra Grecia. Santi Aldama (10-1-2001, Las Palmas) ya ha tomado nota de esta declaración desde hace un tiempo. El pasado año, en su temporada de rookie con la Selección, tuvo un memorable partido contra Canadá (20 puntos) en Yakarta, empañado solo por la derrota y eliminación. Una situación similar ocurrió el sábado pasado: sus 27 puntos contra Australia en su debut en unos Juegos, uno de los días más esperados de su vida, no resultaron en victoria. Finalmente, sus 19 puntos, incluyendo un triple y un mate frente a Antetokounmpo, en el partido contra Grecia, fueron recompensados con una victoria. El tiempo de Santi Aldama ha llegado.
El rendimiento del ala-pívot de los Grizzlies en estos Juegos ha captado la atención mundial. De acuerdo con fuentes de AS, la cúpula de la FIBA, consciente de que la Selección es uno de sus mayores atractivos en el mercado, ya ve en Aldama una figura clave para el Mundial de Qatar de 2027. La intención es clara: apostar por Aldama como uno de los referentes del futuro de la organización. Esta proyección subraya la progresión de un jugador que está viviendo su sueño. Nacido en una familia de baloncestistas, su padre, Santiago Aldama Alesón, fue jugador profesional durante 16 años y olímpico en Barcelona 1992. A diferencia de su padre, quien no fue drafteado, Santi Jr fue seleccionado en primera ronda (número 30) por Utah Jazz tras dos años en Loyola-Maryland.
Aldama, MVP y campeón del Europeo Sub-18 en 2019, tomó un camino distinto al rechazar ofertas de Real Madrid y Barça para jugar en la NBA. Esto retrasó su llegada a la Selección, ya que optó por no participar en el Eurobasket de 2022 para adaptarse plenamente a la NBA. Lo que entonces parecía una desventaja para la Selección, hoy se confirma como un acierto. Aldama avanza con pasos medidos y bien asesorados, destacando que el liderazgo se demuestra en la cancha. En el Preolímpico fue nombrado MVP, y en Lille sigue manteniendo su nivel.
“Aldama es un tipo estupendo”, dicen desde el entorno de la FEB, pero su competitividad lo define aún más. Sin ser histriónico, Aldama es firme. El año pasado, en el Torneo del Centenario en Málaga, no se achicó ante Doncic. El pasado martes, contra Grecia, contestó con un triple en la cara de Antetokounmpo y posteriormente, con un mate decisivo que inclinó el partido a favor de España. Santi Aldama demuestra que cada paso está bien calculado. Sin embargo, para ser eterno todavía le quedan algunos por dar. Los primeros, hacia París.
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