Kevin Durant está en la búsqueda de su tercer anillo, pero su éxito depende del crecimiento de dos jóvenes estrellas de los Rockets: Amen Thompson y Alperen Sengun. Después de una dura derrota ante los Nuggets, el entrenador Ime Udoka criticó a los árbitros, pero elogió la resiliencia de Thompson, quien se recuperó rápidamente de un golpe en la cabeza recibido en un partido contra los Suns. A pesar de esta caída, Thompson y Sengun están formando una química prometedora, aportando 46 puntos combinados en un emocionante encuentro.
Esta temporada, Thompson y Sengun han elevado significativamente su rendimiento. En contraste con los 33.2 puntos que promediaron el año pasado, ahora suman 40.8 por juego. Estos jóvenes han aumentado la efectividad del equipo, superando a los rivales por 6.0 puntos por partido cuando ambos están en la cancha. La presencia de Kevin Durant ha elevado las expectativas en Houston, pero su llegada también ha impulsado a Thompson y Sengun a tomar la iniciativa, algo que Durant fomenta constantemente.
El desarrollo de Sengun y Thompson durante el verano fue clave. Sengun se entrenó en Turquía con el asistente Cam Hodges, enfocado en su disciplina y desarrollo físico, mientras que Thompson trabajó en EE. UU. y Houston con el asistente Ben Sullivan, mejorando su versatilidad y habilidades defensivas. Este esfuerzo se reflejó en sus actuaciones en la liga, con Sengun destacándose en cifras de puntos y asistencias, y Thompson estableciéndose como un defensor de élite.
La química entre Thompson y Sengun no solo es evidente en la cancha, sino que también se cultiva fuera de ella. Su capacidad para ejecutar jugadas como el pick-and-roll y su entendimiento mutuo han sido fundamentales para los Rockets. Además, el liderazgo y ejemplo de Durant han sido esenciales para el desarrollo de estos jóvenes talentos, quienes buscan transformar su potencial en logros tangibles y llevar a su equipo a competir al máximo nivel.
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