PARÍS — No es una distinción que alguien realmente quiera, aunque su valor es incuestionable: Kevin Durant ha demostrado que probablemente sea el mejor jugador en la historia del baloncesto cuando se trata de recuperarse de una lesión. A lo largo de 17 años en la NBA y ahora cinco veranos con el equipo de baloncesto de Estados Unidos, Durant ha superado contratiempos repetidamente para ofrecer actuaciones de clase mundial. En el partido inaugural de los Juegos Olímpicos, Durant anotó 23 puntos al encestar 8 de 9 tiros en solo 17 minutos desde el banquillo, llevando a su equipo a una victoria dominante sobre Serbia, liderada por el tres veces MVP de la NBA Nikola Jokic.
Sus compañeros de equipo estadounidenses no solo presenciaron el momento, sino que también vieron cómo realmente sucedió. Durant tiene un secreto cuando se trata de este logro, uno que nunca ha tratado de esconder: practica a toda velocidad. Los oficiales del baloncesto de EEUU señalaron que esto fue fundamental para tener confianza en volver a contar con Durant, a pesar de no haber jugado ni un minuto en los calentamientos pre-olímpicos y no haber jugado un 5 contra 5 desde que terminó la temporada de los Phoenix Suns en abril.
El compromiso de Durant con la práctica a alta intensidad se mostró en una serie de entrenamientos la semana pasada, que fueron los cimientos para su rápido resurgimiento contra Serbia. “Creo que incluso va más duro en la práctica”, dijo LeBron James, quien juega junto a Durant por primera vez desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Durante un importante partido de práctica, una foto viral mostró a Anthony Edwards haciendo un mate sobre Durant, lo cual el mismo Durant reposteo bromeando “Lo intenté, Jennifer” en referencia a un viejo meme de las redes sociales.
Los entrenadores y el personal del equipo estadounidense y los Suns cuidaron meticulosamente el proceso de recuperación de Durant, monitoreando su pantorrilla derecha. Pese a algunas frustraciones de Durant, debieron reducir la intensidad en momentos cruciales de su recuperación. Sin embargo, una vez autorizado a practicar, Durant estuvo a plena potencia. Esto incluyó trabajo posentrenamiento con Bam Adebayo, quien afirmó: “Si Durant podía anotar contra mí, podía anotar contra cualquiera en el torneo olímpico”. El entrenador Steve Kerr destacó cómo Durant, a pesar de no haber jugado un partido real en meses, parecía estar en forma de mitad de temporada: “Es increíble.”
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