El jugador de los Texans, Jimmie Ward, fue colocado en la lista de exención del comisionado de la NFL, según anunció la liga el martes. Esta medida implica que Ward no puede entrenar ni asistir a juegos mientras esté en la lista. La decisión surge tras su arresto en el condado de Montgomery, Texas, el 12 de junio por presunta violencia familiar en su hogar de Magnolia con su prometida.
En el primer día del campamento de entrenamiento, el gerente general de Houston, Nick Caserio, comentó sobre el arresto de Ward, señalando que el equipo dejaría que “el proceso legal se encargara de sí mismo”. Casi dos meses después, el 7 de agosto, Ward fue arrestado nuevamente por violar las condiciones de su liberación previa al dar positivo en una prueba de alcohol.
La mujer involucrada en el incidente presentó una demanda en el Tribunal de Distrito del Condado de Harris, afirmando que la mañana del arresto fue “agredida violentamente varias veces, tanto sexual como físicamente” por Ward en presencia de su hijo de 3 años. Declaró que fue abofeteada, estrangulada, amenazada y forzada a realizar sexo oral, logrando finalmente escapar para llamar al 911.
El entrenador DeMeco Ryans, al ser consultado sobre la última demanda después de una práctica conjunta entre los Texans y los Lions, dijo: “Dejaremos que la situación se desarrolle.” Ryans destacó que no se debería apresurar un juicio sobre las acusaciones, enfatizando la importancia de dejar que los procesos legales sigan su curso. Ward, de 33 años, firmó un contrato por dos años y $13 millones con los Texans en 2023, luego de nueve temporadas con los 49ers de San Francisco. En 2024, recibió una extensión de un año y logró dos intercepciones en 10 juegos.
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