Jade Carey busca vindicación y una medalla olímpica en salto de potro
PARÍS — Jade Carey ha reflexionado sobre este día durante tres años. Para la gimnasta estadounidense, los Juegos Olímpicos de París representan una oportunidad de redención personal y de conseguir la medalla que siente que perdió en la pista de salto en Tokio. “Para mí, esa palabra tiene el mayor significado en salto de potro,” dijo Carey a ESPN el mes pasado antes de partir a París. “La última vez, no lograr mi mejor desempeño cuando se esperaba que ganara una medalla fue duro. Solo clasificar nuevamente y demostrar que pertenezco ahí será la redención. Y ojalá, esta vez, irme con una medalla.”
En Tokio 2020, Carey compitió como individual debido a un peculiar sistema de clasificación. Aunque representaba a su país, no formó parte del equipo femenino que ganó la medalla de plata y no pudo usar el mismo uniforme que ellas. Estas circunstancias, sumadas a la ausencia de amigos y familiares debido a la pandemia y el temor constante al COVID-19, hicieron que la experiencia fuese aún más solitaria y difícil. “Estoy muy emocionada de ser parte del equipo esta vez,” comentó Carey. “Regresar a los Juegos Olímpicos casi significa más que la primera vez porque he tenido que pasar por mucho y aprender mucho sobre mí misma para llegar aquí.”
En Tokio, Carey clasificó en noveno lugar en el all-around y, tras la retirada de Simone Biles, tomó su lugar en la final, obteniendo los segundos mejor puntajes en salto de potro y piso, pero cayendo en la barra de equilibrio y terminando octava. En la final de salto, era favorita para una medalla, pero tropezó en la pista durante su Cheng, terminando en último lugar. Al día siguiente, ganó oro en el ejercicio de piso, solo la tercera estadounidense en hacerlo, pero no logró olvidar el amargo desenlace en salto de potro.
Tres años después, Carey ha utilizado esa decepción como motivación. Ganó un título mundial en 2022 y ha destacado en la Universidad Estatal de Oregón, soñando con una segunda oportunidad en una final olímpica de salto de potro. Competir junto a Biles en París tiene un significado especial. “Simone estaba ahí junto a mí después del salto [en Tokio],” recordó Carey. “Nos apoyamos mutuamente en tiempos difíciles y eso nos ha hecho más cercanas.” Ahora, Carey espera que esta unión y experiencia compartida las lleve a ambas a la redención que han buscado.
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