El mariscal de campo de los Chargers de Los Ángeles, Justin Herbert, sufrió una fractura en la mano izquierda durante la victoria de su equipo por 31-14 sobre los Raiders de Las Vegas. La cirugía está programada para el lunes y Herbert espera jugar en el próximo partido contra los Eagles de Filadelfia el 8 de diciembre. “Solo es cuestión de estabilizarlo. No soy el doctor, pero tienen esperanzas”, comentó Herbert.
La lesión ocurrió en el primer cuarto tras un golpe del safety de los Raiders, Jeremy Chinn. A pesar de la herida, Herbert permaneció en el juego, conducido por una anotación con un pase a Quentin Johnston. Luego, se dirigió al vestuario y le pusieron una férula y un guante en la mano. Herbert mencionó que lo más complicado fue sujetar el balón, razón por la cual los Chargers evitaron jugadas desde el centro.
Herbert tiene experiencia con lesiones similares, habiendo sufrido una fractura en el dedo medio de la misma mano hace dos temporadas. “He pasado por cosas parecidas, así que puede que ayude”, dijo Herbert. En aquel entonces, el equipo también optó por jugar principalmente desde la formación escopeta para facilitar su desempeño con la lesión.
En la parte final del partido, se produjo un altercado después de que Maxx Crosby, linebacker de los Raiders, empujara a Herbert tras una conversión. A pesar de las tensiones, Herbert expresó respeto hacia Crosby, pero admitió que podría haber manejado la situación mejor. Los Chargers enfrentan un tramo crucial de la temporada, con varios rivales fuertes en busca de un lugar en los playoffs.
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