El piloto Lewis Hamilton sufrió un accidente durante la última práctica de la temporada de Fórmula 1 en Abu Dhabi, dañando la suspensión delantera de su Ferrari SF-25 tras impactar contra la pared. Este incidente es un reflejo de su difícil año debut con la escudería Ferrari, un equipo histórico en la F1. A pesar de sus expectativas de competir por el título, el rendimiento del auto no estuvo a la altura, lo que llevó al equipo a dejar de desarrollar el coche en abril, pensando ya en los cambios técnicos de 2026.
El heptacampeón ha enfrentado numerosos problemas con un auto poco competitivo, que carecía de agarre y presentaba problemas en la altura del eje trasero. Estos ajustes fueron necesarios tras su descalificación en China debido al desgaste del fondo. Sin embargo, la elevación del Ferrari hizo que perdiera carga aerodinámica, resultando en una temporada llena de dificultades para Hamilton, sin siquiera lograr un podio, algo inusual en su carrera.
Yas Marina era su última oportunidad para mantener su racha de trofeos en los mundiales. Aunque el inicio de la práctica fue prometedor, avanzando al segundo lugar, un error al volante lo llevó a estrellarse contra el muro. “Algo pasó en la parte delantera y espantó el eje trasero”, comentó Hamilton por la radio, reflejando la frustración de un año complicado.
El daño sufrido no impidió su participación en la clasificación, pero sí fue un golpe moral en una temporada para olvidar. Hamilton ahora mira hacia el futuro, esperando que la apuesta de Ferrari por 2026 lo coloque nuevamente en una posición competitiva al frente de la parrilla.
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