En Hong Kong, durante la primera mañana de la gira de pretemporada de Arsenal, Mikel Arteta quedó sorprendido al encontrarse con un grupo numeroso de fanáticos en el hotel Rosewood. Este encuentro refleja la intensidad y expectativas que acompañan al equipo en su viaje por Asia, una preparación crucial para una temporada que podría ser la más exigente hasta el momento, ya que Arsenal busca romper con una sequía de cinco años sin títulos.
Uno de los puntos destacados de la gira fue la incorporación de Viktor Gyökeres. Su llegada fue muy esperada por los fanáticos, quienes celebraron su presencia en el estadio Kai Tak durante el partido contra el Tottenham. Mikel Arteta ha transformado la noción de “presión” en “creencia”, motivando al equipo a interpretar las expectativas como un elogio a su potencial para ganar la liga.
En Singapur, el inicio de la gira estuvo marcado por lluvias fuertes, pero no frenó la presentación de la nueva equipación del equipo. Durante reuniones internas, Arteta y Richard Garlick enfatizaron la importancia de la “energía” para la temporada. A pesar de las inclemencias del tiempo, el equipo logró reorganizar sus actividades, mostrando la resiliencia y adaptabilidad que esperan emplear en el campo de juego.
Por otro lado, el joven talento Max Dowman, de 15 años, ha captado la atención por su destacada actuación en los partidos de pretemporada. A pesar de su juventud, su capacidad para enfrentar desafíos en el campo es evidente. Sin embargo, el club maneja su desarrollo con cautela, consciente de su evolución física y la necesidad de protegerlo. Arteta busca balancear la exigencia y el disfrute en su trabajo, algo que también se refleja en su manejo del equipo y en la incorporación de nuevos jugadores como Gyökeres.
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