Gabriela Schloesser-Bayardo es consciente del resentimiento que muchos mexicanos sienten hacia los Países Bajos, un sentimiento que se intensificó desde el Mundial de Fútbol de 2014, cuando un penal a favor de la selección holandesa eliminó a México. Aunque se trata de un deporte diferente, 10 años después, la arquera mexicana naturalizada holandesa todavía escucha el grito de “no era penal” durante su participación en los Juegos Olímpicos.
En sus segundos Juegos Olímpicos representando a Países Bajos, Gabriela ha encontrado nuevos desafíos. Esta vez, no solo volvió a perder contra Corea del Sur, sino que también sufrió una derrota emocionalmente cargada contra México en la lucha por la medalla de bronce en París 2024. “No quería tirar contra México porque es mentalmente desgastante”, confesó Schloesser-Bayardo tras finalizar su participación.
Gabriela, quien se naturalizó holandesa al casarse con el arquero Mike Schloesser, siempre ha mantenido su cariño por México, a pesar de haber decidido competir por Países Bajos. “Decidí apostar por Holanda porque vivo allí, así que es más fácil competir mientras estoy en contacto con la gente y la cultura local”, explicó en 2018. Sin embargo, tanto en Tokio 2020 como en París 2024, ha enfrentado críticas en redes sociales de quienes la acusan de traición.
A pesar del desgaste mental que conlleva competir contra México, la arquera mantiene una relación positiva con el equipo mexicano. Durante la competencia, felicitó a sus antiguos compañeros y dijo estar feliz por sus logros. Al ganar la medalla de plata en Tokio 2020, dedicó su triunfo a su familia y a Tijuana, demostrando que no olvida sus raíces. Ahora, Gabriela continúa en la categoría Individual femenino en París 2024, buscando llegar al podio el 3 de agosto si logra vencer a la francesa Lisa Barbelin en la fase eliminatoria.
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