SAINT-DENIS, Francia — Deja de lado el relevo mixto, esto fue un espectáculo de una sola mujer. La velocista neerlandesa Femke Bol entró en la última curva del relevo 4×400 metros mixto en cuarta posición, bajo una lluvia torrencial. Parecía casi imposible que su equipo, vestido de naranja, lograra una medalla, y mucho menos una victoria.
Fue entonces cuando Bol aceleró, alcanzando a las tres mujeres que la precedían. “Siempre digo que es solo una cosa: ‘Femke Bol'”, comentó Eugene Omalla, el primer relevista neerlandés. “Es especial, un talento único en la vida.” Bol, cuya especialidad es los 400 metros vallas, corrió la última vuelta en 47.93 segundos. El equipo de los Países Bajos, formado por Omalla, Lieke Klaver, Isaya Klein Ikkink y Bol, ganó la carrera en los Juegos Olímpicos de París con un tiempo de 3 minutos y 7.43 segundos, superando a Estados Unidos por 0.31 segundos.
El año pasado, Bol sorprendió en los campeonatos mundiales en el relevo femenino 4×400, remontando desde muy atrás para ganar una medalla de oro. Esto ocurrió después de tropezar y caer en la recta final del relevo mixto, donde intentaba alcanzar a EE. UU. “Simplemente sigue adelante — sigue adelante,” dijo Bol sobre su mentalidad. “Recordé mi enojo en Budapest y vi a mis compañeras ya animándome mientras remontaba.”
El sábado, el equipo estadounidense repitió la formación del día anterior, cuando establecieron el récord mundial con un tiempo de 3:07.41. Bryce Deadmon entregó a Kaylyn Brown, empatados con Bélgica, pero Brown no pudo contener a Bol, quien tiene el sexto mejor tiempo del mundo en los 400 metros planos. Uno a uno, Bol pasó a las corredoras belgas, británicas y estadounidenses. “No importa quién esté delante o detrás de mí, sigo empujando,” dijo Brown. Al final, Bol cruzó la meta y su asombro fue evidente. “Solo fui a por ello,” comentó Bol. “Queríamos una medalla y conseguimos el oro, somos campeones olímpicos. Es increíble para un país pequeño como el nuestro.”
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