La escudería McLaren adoptó estrategias distintas para sus pilotos en el GP de Hungría, desfavoreciendo a Oscar Piastri, quien aún lidera el Mundial aunque con menor ventaja. Lando Norris logró acercarse y reducir la diferencia a solo nueve puntos. Según Zak Brown, CEO de McLaren, la primera norma es evitar colisiones entre los compañeros, pero las estrategias juegan un papel crucial.
Durante la clasificación, Piastri se ubicó en segundo lugar, mientras Norris fue tercero. En la salida, Charles Leclerc tomó la delantera, y Norris intentó superar a Piastri, pero el australiano frenó su avance. McLaren optó por diferentes paradas en boxes: Piastri cambió neumáticos en la vuelta 18 y Norris retrasó su única parada hasta el giro 31. Aunque Piastri lideró durante un tramo, lo llamaron de nuevo a boxes, complicando su posición.
Piastri, al volver a la pista, superó a Leclerc y estuvo cerca de alcanzar a Norris, evitando por poco un choque. Al bajar del MCL39, Piastri mostró descontento con la situación, pero se mantuvo cauteloso en sus declaraciones. Expresó haber intentado superar a Norris en la primera curva, aunque no fue sencillo, y sugirió revisar las estrategias.
Por otro lado, Norris se mostró satisfecho con su actuación, destacando lo difícil de la carrera y el desafío de ser perseguido por Piastri. Celebró su quinta victoria de la temporada, disfrutando de haber acortado la brecha en el campeonato y con la percepción de que McLaren lo favorece en esta lucha por el título.
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