El sábado por la noche, durante el tercer cuarto de un partido en Nueva Orleans, el pívot de los Phoenix Suns, Mark Williams, y el base de los New Orleans Pelicans, José Alvarado, fueron expulsados tras iniciar una pelea. El encuentro concluyó con una victoria de los Suns por 123-114, asegurando una barrida en la serie de encuentros consecutivos entre ambos equipos.
El conflicto comenzó cuando Alvarado, conocido por su defensa agresiva, intentaba sortear una pantalla de Williams para seguir presionando a Collin Gillespie, quien estaba teniendo una excelente noche con cinco triples consecutivos. Al ser sancionado con una falta, Alvarado empujó a Williams, quien reaccionó empujándolo de nuevo. Ambos jugadores intercambiaron golpes antes de que sus compañeros de equipo lograran separarlos.
El entrenador de los Suns, Jordan Ott, explicó que no había revisado el video del incidente, pero atribuyó la situación a la competitividad y el cansancio de los jugadores. Según Ott, “la falta de sueño y el hecho de ser la segunda noche de juegos consecutivos tiende a provocar este tipo de situaciones”.
Por su parte, James Borrego, entrenador de los Pelicans, tampoco había visto el video del altercado. Ninguno de los dos jugadores estuvo disponible para declaraciones tras el partido. Royce O’Neale, delantero de los Suns, comentó sobre la intensidad del juego, reconociendo el esfuerzo de todo el equipo en conseguir la victoria.
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