OAKLAND – Los Medias Blancas de Chicago casi hicieron una historia que ningún equipo desearía, al llegar al encuentro del martes en el Coliseo de Oakland con 21 derrotas consecutivas, un récord negativo para la Liga Americana.
El partido significaba una oportunidad crucial para detener la racha perdedora que se había convertido en una pesada carga para el equipo. Los jugadores estaban conscientes de la difícil situación y del esfuerzo necesario para cambiar el curso de los eventos.
A pesar de las dificultades, los Medias Blancas mostraron determinación y encontraron una chispa de esperanza para revertir su suerte. “Sabíamos que no podíamos seguir así”, comentó uno de los jugadores, reflejando el sentimiento del equipo.
Finalmente, el resultado del partido del martes sería determinante no solo para las estadísticas del equipo, sino también para su moral y confianza en el resto de la temporada. Los Medias Blancas estaban decididos a escribir un capítulo diferente y dejar atrás la racha más oscura en su historia reciente.
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