Hansi Flick tomó una decisión audaz al gestionar la situación de Marc-André ter Stegen en el Barcelona, que pasó de un conflicto insignificante a una controversia total. Después de una disputa que dejó al portero sin el brazalete de capitán y su número, Ter Stegen hizo las paces con el club, apelando a la unidad antes de un partido amistoso. Este movimiento audaz de Flick, aunque arriesgado, se considera exitoso.
Los hechos son claros: Ter Stegen, tras recuperarse de una lesión, esperaba jugar en partidos cruciales para asegurar su lugar en la selección alemana. Sin embargo, Flick decidió que no jugaría en encuentros importantes como la semifinal de la Champions contra el Inter de Milán. Esta decisión y la posterior exclusión del portero en partidos de LaLiga generaron descontento, pero Flick se mantuvo firme en sus principios de unidad y reglas.
Durante el verano, el Barcelona contrató a Joan García y comunicó a Ter Stegen que podía buscar otro club. Ter Stegen, necesitando una cirugía menor, fue la oportunidad que Barcelona necesitaba para registrar nuevos jugadores, pero solo si Ter Stegen permanecía fuera de juego por más tiempo. Inicialmente, el portero se negó, lo que llevó al club a tomar medidas disciplinarias fuertes.
Finalmente, después de resolver el conflicto con el club, Ter Stegen estuvo presente en un evento para los aficionados. Mientras el equipo aún enfrentaba dificultades para registrar nuevos fichajes antes del inicio de la temporada, el manejo de Flick del incidente envió un mensaje claro: él es la autoridad. Aunque arriesgó su relación con los jugadores, la rápida solución del conflicto destacó su manejo experto de situaciones críticas.
Source link
