La escudería Wood Brothers Racing ha vuelto a ser relevante en NASCAR tras la victoria de Josh Berry en Las Vegas, la primera desde 2017. Jon Wood, presidente del equipo, antes solía evitar asistir a las carreras los domingos debido a la frustración por el desempeño del equipo. Esto no era culpa de los conductores como Harrison Burton ni del jefe de mecánicos Jeremy Bullins, sino de los desafíos de operar con recursos limitados. Durante las décadas de 2010 y 2020, el equipo luchó por mantenerse competitivo.
A pesar de su rica historia, incluyendo 96 victorias entre 1960 y 1993, los Wood Brothers enfrentaron largas sequías sin ganar, con solo momentos esporádicos de éxito hasta 2024. En 2024, Burton ganó en Daytona y entró en los playoffs, aunque terminó la temporada en el puesto 16. En 2025, el nuevo conductor Josh Berry y el jefe de mecánicos Miles Stanley llevaron al equipo nuevamente a ese puesto, pero esta vez con un auto más competitivo cada semana.
El desempeño de Berry, que logró un promedio de posición de 21.7 y lideró más de 200 vueltas, muestra un progreso significativo para el equipo. Edsel Ford II expresó su optimismo respecto al futuro del equipo, destacando la importancia de ver a los Wood Brothers competitivos en las pistas. Berry y su equipo mostraron mejoras estadísticas en varias áreas claves, indicativas de su creciente relevancia.
Ryan Blaney, ex conductor del equipo, elogió el avance de la escudería y la importancia de su presencia en el circuito. Para Jon Wood, aunque quedan desafíos por superar, el equipo está avanzando más rápido que nunca y se muestra entusiasmado con los futuros logros del equipo, prefiriendo su situación actual a la consistencia mediocre de otros equipos.
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